«Toca seguir soñando, porque nuestro proyecto de casa eficiente nunca acaba. La idea de “work in progress” siempre me ha parecido interesante; todos los proyectos deben cumplir etapas y celebrar hitos por el camino, así como balances para ir viendo si se avanza satisfactoriamente o no es así. Pero antes de acabar una etapa ya hay que ir pensando en la siguiente.
Así, la casa que en su día iniciamos desde World Wood Future para la EXPO TOCA MADERA en el Museu del Disseny de Barcelona, y que luego pasó a CONSTRUMAT 2023, y que ahora se reconstruye en el ecoHUB CENTRE, será siempre “work in progress”, porque la industria está evolucionando de manera constante, y el proyecto MHM tiene que evolucionar con ella.
Esto conlleva estar incorporando constantemente soluciones, materiales, conceptos y valores nuevos, que tanto la sociedad como la Unión Europea nos están sugiriendo. Por lo tanto, la construcción debería ser otra cosa, ya.
De hecho, la New European Bauhaus nos propone esa misma línea: repensar la ciudad. Porque la ciudad está hecha no solo de casas, sino de calles, parques, movilidad, recursos energéticos, insumos, residuos, espacios de sociabilidad, conflictos, seguridad…
Tenemos que repensar las ciudades de una vieja Europa, que fueron concebidas hace mil o dos mil años y que, lógicamente, no responden demasiado bien a los valores y requerimientos actuales, muy diferentes a los de entonces. Ese es nuestro reto.
La CASA MHM está más cerca de la casa del futuro que de la casa del presente. Por desgracia, el parque de viviendas está todavía basado en criterios, sobre todo, economicistas, poco en criterios de habitabilidad y sociabilidad, y poquísimo en criterios de salud. La salud es el gran factor que hay que comprender porque la casa representa la tercera piel dentro de la cual una persona habita el 80% de su vida. Por lo tanto, hay que diseñar con formas, materiales y contenidos con mucho cuidado, para conseguir que esa tercera piel funcione correctamente.
Gozamos de la suerte de vivir en el siglo XXI, en el que tenemos la posibilidad de integrar los valores emergentes de la sociedad con soluciones y materiales diferentes.
Entre esos valores emergentes está la salud asociada al hábitat. Por ello, desde SOCSA (Sociedad Catalana de Salud Ambiental, de la Academia de Ciencias Médicas) estamos trabajando para estudiar el impacto del exposoma en la vida de las personas. El exposoma está formado por muchos elementos, entre los que destaca la casa. Hay que conseguir que ésta sea saludable física y emocionalmente; éste es el próximo reto en el que hay que trabajar.
CON MADERA
La madera no está aquí para sustituir a nadie, sino que viene a dialogar con otros materiales. No hay que buscar la hegemonía ni la exclusividad. Se debe trabajar en una simbiosis adecuada, y, desde luego, la madera marida estupendamente bien con muchos otros materiales, y merece una confianza y un espacio mayor al que tiene actualmente en nuestra cultura mediterránea, y hay que conseguir que mejore su aceptación, no solo social sino técnica.
Todavía hay tabúes a los que hay que vencer, como lo son la construcción en altura, o el de que ‘la madera se quema’, hecho cierto sin duda, pero que, comparado con otros materiales, la madera los supera en fiabilidad y seguridad certificada; hay que informar adecuadamente para conseguir que éstos tabúes se disipen ya que, si se hace un correcto cálculo o tratamiento, es un material excepcionalmente bueno; quizá uno de los materiales más tecnológicos de hoy en día. Es un invento genial de la naturaleza, y hay que aprender de ella y utilizarla de manera adecuada. Por eso llevamos toda la vida utilizándola en casi todos los aspectos de nuestras vidas.
El discurso con respecto a la madera no puede ser solo un discurso arquitectónico utilitarista, sino que tiene también la componente socioambiental y medioambiental… La madera está en la solución de muchos retos y problemáticas.
EN UN MUNDO COMPLEJO
Estamos en un mundo de una complejidad creciente, casi desbordante. No se puede abordar problemas muy complejos desde una perspectiva unívoca. Hay que aprender a trabajar de una forma interdisciplinaria. Y de igual manera que la salud no es solo responsabilidad de los médicos, el hábitat no es solo responsabilidad de los arquitectos. Hay que colaborar y aprender unos de otros, y que los conocimientos y experiencias compartidos contribuyan a encontrar soluciones más válidas a problemas complejos.
Esa complejidad puede dar miedo inicialmente, pero cuando la miras de cara, con un espíritu colaborativo, los miedos se disipan. Por ejemplo, incorporar la arquitectura verde a nuestros diseños, o los materiales basados en tierras, o los residuos vegetales, antes desechados, que aumentan la circularidad.
Sin desdeñar los sistemas de captación de energías limpias, su almacenaje y uso racional, ligados a la calidad ambiental y la climatización eficiente.
También hemos incorporado algunos elementos relacionados con las soluciones estéticas porque la belleza también es salud y, por lo tanto, hay que creer que vivir en un entorno agradable es bueno.
La CASA MHM es un proyecto dinámico que irá incorporando nuevas soluciones. Tengo algunas ideas ya en la cabeza que no puedo desarrollar todavía porque son complejas. Quiero meter el grafeno aquí …y tenemos que conseguir que la cola no sea la cola habitual. Esos dos argumentos, me preocupan.
EL SUEÑO CONTINÚA
El sueño continúa. Hemos conseguido crear una escena hermosa, compleja, muy deseada y gratificante. Me siento profundamente feliz porque he visto que las empresas y personas que han colaborado en esta casa ponían lo mejor de sí. Todo el mundo ha tenido la voluntad y perseverancia de creer en este proyecto y mantenerlo hasta aquí.
Ahora toca seguir soñando porque el proyecto no acaba. Esta casa está inacabada; la idea de work in progress es una cosa que siempre me ha parecido interesante.
Vaya, como la vida misma.»
Salvador Ordóñez (World Wood Future)